domingo, 10 de marzo de 2013

Siempre adelante, siempre de viaje, siempre ligerx de equipaje.



Los caminitos blancos
se cruzan y se alejan,
buscando los dispersos caseríos
del valle y de la sierra.

He andado muchos caminos,
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares,
y atracado en cien riberas.

Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿A dónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
—La tarde cayendo está—.

Guitarra del mesón de los caminos,
no fuiste nunca, ni serás, poeta.
Tú eres alma que dice su armonía
solitaria a las almas pasajeras.


"Sé amar en ti tu alma peregrina y en ella, al mundo. No temas ya la muerte, pues alguien amó las tristezas de tu cambiante rostro y te hizo inmortal. Viajerx, sigue pues tu camino si ya no he de acogerte bajo mi cuerpo."



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